La semana pasada aprovechando mis college holidays decidimos volver a la vida de nómadas y en menos de media hora organizamos el hotel y cogimos carretera. No sabíamos ni a dónde íbamos hasta que nos montamos en la fregoneta. Yo le tenía ganas al East Cape así que hacia allá pusimos rumbo. Carretera y manta, mejor dicho, saco. No teníamos mucho tiempo, sólo 3 días, así que ya sabíamos de antemano que no podríamos ir muy lejos a menos que quisieramos estar en la furgo todo el día, lo cual no era nuestro plan. Queríamos viajar pero a la vez descansar y disfrutar desde fuera del coche.
La elección no pudo ser más acertada y el tiempo, béndito invierno y principio de primavera que está haciendo, fue inmejorable. Nos pusimos de acuerdo con Lorenzo para que nos acompañase durante todo el viaje.
Hay un viajecito para verlo pero no teníamos tiempo para ello ya que
son 6 horas de excursión e íbamos ajustaditos de tiempo si queríamos
seguir adelante. Caerá en un futuro??? La tentación es grande...
El nombre "Whakatane" proviene de un suceso ocurrido después de la llegada de Mataatua que era uno de los grandes viajes que los polinesios hicieron a NZ hace 700 años. Se comenta que los hombres habían ido a tierra dejando a muchas mujeres en la waka o gran canoa en la que viajaban, la cual comenzó a derivar fruto de las corrientes. Wairaka, la hija de uno de los caciques, dijo que "Kia Whakatane au i ahau" ("Voy a actuar como un hombre"), y comenzó a remar (lo que a las mujeres no se les permitía, ya sabéis remar es cosa de los machotes), y con la ayuda de las otras mujeres llegaron a la costa.
A partir de aquí se puede considerar que entrábamos en una zona maorí. De hecho en Whakatane más del 40% de la población puede afirmar que corre sangre maorí por sus venas. Nosotros vivimos en la white european Tauranga donde a pesar de haber otras razas (mayoritariamente maoríes, indios y asiáticos - ya sé que India está en Asia pero aquí consideran asiáticos a la gente proveniente de los países del este de Asia) la gran e inmensa mayoría de la población proviene de la Gran Bretaña y Holanda, habiendo también una gran población alemana y brasileña. Así que el cambio es bastante drástico y la forma de hablar inglés también. No es broma. Mirad este link, así hablan y eso que a éste se le entiende bastante bien, aunque lo hace de coña.
Las playas en general son playas salvajes de arena negra (recordad que estamos en zona volcánica), con maderos provenientes del mar desperdigados por toda la playa y con las gaviotas como únicos seres vivos visibles a lo largo de las mismas. Los adjetivos que utlizaríamos para describirlas serían desoladas, decadentes, salvajes, virgenes, inhóspitas e inquietantes.... y eso que nos hizo buen tiempo. Imaginad si hubiera hecho mal tiempo.
A lo largo de la carretera se ven numerosos "maraes" que son los lugares donde las diferentes comunidades maories celebran sus ritos, ceremonias y eventos, en definitiva, es donde organizan las diferentes actividades de la tribu (sí, los maoríes se dividen en tribus o iwis). Es una parte vital de las diferentes comunidades maoríes, muchas de las cuales viven en el propio marae o alrededor del mismo. Bueno, ya hablaremos más al respecto.
Mientras seguíamos por la carretera nos dimos cuenta que nos habíamos trasladado de continente y habíamos llegado a América y que nuestra Little se había convertido en una aeronave puesto que habíamos pasado de la isla norte de NZ a Hawai; sí, como lo oís, a Hawai. Para que quede constancia de ellos os enseñamos este par de fotografías. Esperemos que Little nos sirva para viajar a otros continentes de manera tan rápida. Pasados unos cuantos pueblos, bueno creemos que eran pueblos, caimos en la cuenta de que lo que nos restaba de costa era prácticamente todo igual, pequeños pueblos (aldeas más bien), y de repente la carretera se desvíó más hacia el interior, por desgracia con obras en la carretera, y no precisamente parcheando baches, si no algo bastante más serio por lo que había que armarse de paciencia y esperar hasta que el semáforo se pusiese en verde, y teniendo sólo tres días no está la cosa como para perder 20 minutos esperando. Así que regresamos siguiendo las bolitas de pan que Rosa había ido echando por el camino. Gracias que ningún pájaro se había comida ninguna y pudimos encontrar el camino sin ningún problema.
De allí tienes dos opciones bastante interesantes. Subir al monte Edgecumbe o ir a las cascadas Tarawera. Ambas opciones te requieren tiempo bien por el trayecto en coche para llegar o bien porque la excursión dura 4 horas, así que decidímos seguir nuestro camino ya que teníamos que llegar a Rotorua más o menos pronto.
Como bien sabréis alguno de vosotros (si fuisteis buenos y atendísteis lo que la profesora de Geología y Geografía dijo en la tele) la zona de alrededor de alrededor de Rotorua es conocida como la región de los lagos por los 16 lagos existentes. En nuestro camino nos encontraríamos con el Rotoma, el Rotoehu, el Rotoiki y por supuesto el Rotorua, en los cuales hicimos las paradas oportunas para comer, descansar,
Rotorua como siempre...llena de gente pero esta vez estaba engalada por razón del mundial de rugby. La verdad que en a ciudad veías a gente con otro tipo de perfil de turista distinto a los habituales. Se veía gente joven de otros paises con aspecto bastante pijo, lo cual normalmente no suele ser muy frecuente. El hecho es que era jueves y ese día por la tarde es el market de comida. En el mismo puedes encontrar puestos en los que puedes comprar comida de todo el mundo: desde paella (sí, estaban haciendo paella) hasta comida filipina, pasando por japonesa, tailandesa, india, mexicana, suiza y un largo etcétera.
Las vacaciones llegaban a su final y era hora de regresar para Tauranga, así que le dijimos a la furgo, "Little te necesito" y solita arrancó, encendió la luz roja en su frontal, vino a recogernos y nos llevó a casa.
Hasta la próxima...
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