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sábado, 1 de enero de 2011

En el día de hoy nos íbamos a dirigir de Omarama a Oamaru pero nos confundimos de carretera y acabamos en Cromwel, así que nos comimos 220 kilómetros de más. El recorrido pasa por una zona llamada Lindis Pass, que como dice el nombre es un paso entre montañas pero estas están sin vegetación y, sinceramente, no nos gustó demasiado.

Respecto a Cromwel poco puedo decir ya que ni sabía que existía. Está ubicado a 60 kms de Queenstown, en una zona agrícola donde hay bastante fruta y una producción vinícola bastante importante de la modalidad Pinot Noir. Está rodeado de montañas (Pisa Range y Dustan Range, de media montaña) y tienen enfrente el lago Dustan, donde deben realizar bastantes actividades acuáticas, al menos vimos gente pescando, en motos de agua y con motoras.

El pueblo como tal no nos dijo nada, hay bastantes bancos e inmobiliarias, un New World (supermercado), un par de gasolineras (GP y Shell), no hay internet gratis en la biblioteca y anuncian como reclamo que las diferentes empresas agrícolas venden fruta y verduras directamente. En efecto, lo hacen pero más caro que el supermercado y el mismo producto (al menos las fresas que vienen empaquetadas).

Vamos que nos acercamos a conocerlo por la curiosidad y con la idea de llegar a Oamaru por diferente camino pero después del fiasco de pueblo decidimos coger camino de vuelta (eran menos kilómetros y más rápido) con la idea de llegar a Oamaru al atardecer para ver pingüinos. A las 6.00 pm hicimos entrada en el pueblo que más me ha gustado (como pueblo, no por su enclave o por sus alrededores) de todo Nueva Zelanda. Después de ver un pueblo tras otro con las mismas tiendas y el mismo tipo de casa, da gusto entrar en una ciudad con una arquitectura fuera de lo normal en NZ.




Esta ciudad creció a raíz de la fiebre del oro de hace un siglo y medio, lo que junto a la industria del transporte marítimo de carne congelada de cordero al Reino Unido permitió a sus habitantes la construcción de edificios en limestone (piedra caliza) que parecen sacados de ciudades como Madrid, Londres o París pero en menor tamaño.Además, es de obligada visita los Jardines Públicos de Oamaru, compuesto por 13 hectáreas con jardines chinos, invernaderos, pequeños estanques con los onmipresentes patos y con ocas, zonas de picnic con barbacoa incluidas, etc.

Hoy en día sus principales reclamos para los turistas son estos edificios, así como la posibilidad de avistar pingüinos azules y pingüinos de ojos amarillos en libertad. Por lo que me han comentado es la puerta hacia el sur para poder disfrutar de estos pequeños animales en libertad.

Nosotros nos acercamos cuando era de día al centro de cría y avistamiento de una colonia de pingüinos azules (Mc Andrew Wharf) ya que nos habían dicho que desde allí podríamos verlos al anochecer (se acercan a esa zona de la costa justo en el momento que anochece). Lógicamente no queríamos pagar los 20 dólares correspondientes por ver a unos pingüinos que todo el mundo decía que era fácil verlos en el parking. Cuando llegamos la puerta estaba abierta, así que pasamos y como era de día no había nadie, pudimos disfrutar de dos pequeñitos pingüinos azules que no sabemos si peleaban por llegar a la orilla o parecía que disfrutaban con las olas que los traía y alejaba de la orilla. Como se acercaba la hora de pagar nos fuimos de allí y fuimos a ver la colonia de pingüinos de ojos amarillos (bushy beach), donde pudimos disfrutar de tres ejemplares a menos de 10 metros. Son bastante más grandes que los azules (no puedo dar datos, ahora estoy escribiendo sin conexión a internet y sólo sé que los amarillos pueden llegar hasta los 70 cms., mientras que los otros pudimos comprobar que no pasaban de los 40 cms). 




Después nos fuimos al North Mole Holmes Wharf a ver si teníamos suerte y veíamos alguno azul. Y tanto que la tuvimos, vimos a menos de 1 metro un total de 20 pinguinos azules, de los cuales 4 (en 2 parejas) salieron de la rocas, cruzaron la carretera y se fueron calle arriba. Nos acordamos mucho de Ainara y Unai, nuestros sobris de Bilbao ya que seguro que les habría encantado estar allí y ver como se iban calle arriba con ese caminar tan marchoso y como si fueran agarraditos de la mano. La foto es bastante mala ya que era de noche y no es plan de tirarles un flashazo a los pingüinos.


Al día siguiente nos informaron que habían visto pinguinos dos calles arriba junto a un pub, era sábado por la noche, ¿por qué no van a salir de copas los pinguinos?

Por otro lado, respecto al tema de dormir en la furgona, prohibido en la zona de la bahia. No sé entre semana pero el fin de semana había policía y unas vigilantes rondando por las calles. Creemos que era para evitar que la gente bebiera por las calles pero nosotros nos dimos una vueltecita y nos fuimos a dormir al área de descanso a la entrada del pueblo (si se viene desde el norte o el oeste). Si vas camino al sur, rumbo a Dunedin, verás diferentes áreas de descanso donde poder dormir tranquilamente en la mayoria de los casos junto a la playa donde con un poco de suerte podrás ver algún pingüino.

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