EARTHQUAKE - TERREMOTO

Sábado, 4 de septiembre, 4:30 am, se empieza a mover la cama, abres los ojos, no es un sueño, las paredes se mueven, se caen los cuadros, lámparas...te pones las zapatills y sales a todo correr de casa...donde ves a todos tus vecinos en pijama y zapatillas de casa. Tras un momento de miedo y un poco de histeria poco a poco todo vuelve a la normalidad pero notas como más de una casa tiene desperfectos, alguna chimenea caida, alguna pared a punto de caer. Qué hacer ahora? Cualquiera entra en casa.

Así se vive un terremoto, bueno, así nos lo han contado. La pasada madrugada del sábado azotó un terremoto la zona de Canterbury en la zona este de la isla del sur de Nueva Zelanda. Intensidad 7,2 sobre la escala de Ritcher. Resultado positivo si hablamos que se ha producido un terremoto de una intensidad bastante considerable: no ha habido muertos y sólo hay dos heridos graves en una región que supone un casi 10% de la población del país, cerca de 400.000 personas. Ahora viene toda la parte material: no hay luz, agua, mucha gente se ha quedado sin vivienda o sin parte de ella, carreteras y puentes cortados, etc. El gobierno ha reaccionado rápido y ya han declarado el estado de emergencia y han anunciado medidas de apoyo y financiación de las pérdidas, así como el establecimiento de ayudas para aquellos que no tengan seguro de las casas (aquí debe incluirse como una de las causas cubiertas; en España, si no me equivoco, es una causa de fuerza mayor y las compañías te dirán "si te he visto no me acuerdo").

Nuestra compañera de piso se fue el viernes a pasar el fin de semana justo a la Christchurch, 30 kilómetros del epicentro y la zona más afectada al ser una ciudad con las construcciones más afectadas. Dijo que fue bastante terrorrífico todo pero que todo estaba en orden. A nosotros nos queda bastante lejos y ni nos enteramos.

Y todo está en orden porque Nueva Zelanda está situada justo en en el límite entre dos placas tectónicas, la Placa del Pacífico y la Placa Australiana. Esto provoca el vulcanismo a través de todas las islas, especialmente la Isla del Norte. Las dos placas también provocan regulares terremotos aunque generalmente no son graves. Nueva Zelanda sufre cerca de 14.000 terremotos cada año, de los cuales la gran mayoría son de poca intensidad, aunque entre 100 y 150 tienen la suficiente fuerza cómo para ser percibidos pero sin peligro ninguno para la población y vida cotidiana. Yo aún no he notado nada y espero que así siga.

Por todo ello están preparados para estos eventos así como para la Ola Gigante, Tsunami o Maremoto, sobre todo después del Tsunami de 2004, que no afectó a Nueva Zelanda. En cualquier edificio público ves los planos de emergencia dependiendo del "evento" que se produzca. Si es incendio o terremoto, todos a la calle. Si por el contrario es Tsunami todos a la azotea.

El otro día ví el plano de riesgo en caso de Tsunami de la ciudad donde vivimos y podéis estar tranquilos, estamos en un riesgo medio bajo, además vivimos en la segunda planta que hace como tercera y tenemos una pequeña terraza encima nuestro. La tabla de surf se quedará en el garaje (en el momento que la tenga, jajaja).

Además, la construcción de los edificios está adaptada para estos terremotos (bueno de menor magnitud) y para ellos basan la construcción de las viviendas en la madera. Es muy curioso como toda la estructura de las casas (en la mayor parte de los casos) está hecha de madera y como los tejados nunca son de tejas. Normalmente sólo las chimeneas son de cemento, ladrillos o productos similares. Nos comentaron en su día que esto tiene dos razones, primero porque cuando los colonos britanicos se asentaron en NZ había tal cantidad de madera que la construcción se basó en ella. Después cambiaron a utilizar más "ladrillo" pero se dieron cuenta que la utilización de la madera se adapta y "baila" mejor con los movimientos y así se evita la caida de edificios con los constantes movimientos. De hecho, Christchurch, la ciudad más afectada, es una ciudad que se construyó utilizando sobre todo ladrillo.

Sea o no cierto, lo bueno es que de momento no se han encontrado ninguna víctima.