Subscribe Twitter

sábado, 1 de enero de 2011

Dunedin

Tras la grata sorpresa de Oamaru, llegamos a Dunedin donde si cerramos los ojos y los volvemos a abrir podemos pensar que estamos en cualquier ciudad británica. Si nos fijamos en las personas que la habitan y recapacitamos podremos pensar que estamos en Escocia. El número de pelirrojos es impresionante. Pero si luego nos fijamos en los pies descalzos o con chanclas y en el acento de la gente llegaremos a la conclusión de que estamos en Dunedin, cuyo nombre es imposible de pronunciar para mí a pesar de que me lo hayan explicado varias veces. Será que viene del Scotish; de hecho Dunedin significa Edimburgo en la variante escocesa del gaélico.

El día no acompaña, está gris, hace viento y frío. Aún así la ciudad nos impacta. Le llamamos ciudad porque se respira el ambiente, el movimiento, el tráfico de las ciudades. Sólo tiene 110.000 habitantes pero parece que tiene muchos más.

La ciudad se caracteriza por sus antecedentes escoceses tanto en sus habitantes, sus edificios (de claro estilo eduardino), sus costumbres (tienen hasta una especie de juegos escoceses y un kilt propio). Además, por ser la ciudad universitaria por antonomasia de NZ. Aquí se fundó la primera universidad y los estudiantes rondan por todos los lugares con sus carpetas y sus mochilas.

Lo primero que hacemos es aparcar. Decidimos no dar muchas vueltas y aparcar junto a la estación de tren. Nos cuesta 5 dólares todo el día. Así nos quitamos de preocupaciones, está a 1 minuto del centro y junto a uno de los edificios emblemáticos de la ciudad. Su estación de ferrocarril. En alguna guía y panfleto turístico se indica que es el edificio más fotografiado de NZ. La verdad que es un edificio magnífico (ahora voy a ser un poco chovinista) sobre todo para NZ. Tiene unas vidrieras y unos mosaicos en el suelo dignos de ver. Desde allí la gente que tenga dinero y recursos podrá coger el tren que le llevará por un recorrido (Taieri Gorde Railway) de 4 horas (i/v) por el countryside y por las montañas hasta Queenstown. El tren es bastante antiguo y sin comodidades. Se trata de viajar como hace unas cuantas décadas o hace un siglo.




Desde la estación hay que encaminarse hacia el centro neurálgico de la ciudad, una plaza llamada Octagon por fundadas razones. Es el núcleo de la ciudad. Aquí encontraremos restaurantes, cafeterias, bares de copas (MUCHOS) y la zona de compras, así como supermercados (concretamente el Countdown, donde podemos echarle un poco de cara y aparcar allí siendo conscientes de que el límite son 2 horas pero...controlarán los coches o no?).

En un radio muy cortito encontraremos casi todos los edificios históricos, catedral y otras iglesias, la oficina de información. Además si no tenemos ganas de andar hay un autobus turísitico que, creo, cuesta 20 dólares por persona y tiene una duración de 1 hora.

Un poco más alejados (en coche no se tarda nada) tenemos los jardines botánicos (gratuitos), los jardines chinos (a estos se puede ir caminando desde el centro, coste 9 dólares) y la calle con mayor pendiente del mundo, según publicitan en la oficina de información. Un 35%. Vamos, pero que es una calle empinada y nada más.

Nuestra opinión sobre la ciudad ha sido bastante buena (aunque nos gustó más Oamaru, también hacía mejor tiempo y eso se nota mucho). Nos ha gustado por su tamaño, modelo de ciudad (todo está relativamente cerca en coche e incluso andando), sus servicios, su ambiente. Aunque tengo que confesar que nos hemos hecho de pueblo y no nos sentimos cómodos en las ciudades, pero sin duda es una parada obligatoria en tu visita a la isla del sur. Aún no hemos estado en la península de Otago, pero por las indicaciones que nos han dado es una maravilla. Mañana os lo diremos.

Como estoy haciendo todos los días, cierro la entrada con el tema de dormir en la furgo/camper/autocaravana. En el centro es muy difícil, nosotros estuvimos tentados de hacernos los tontos e intentarlo en el parking donde habíamos aparcado por la mañana (ponía parking todo el día pero luego debajo ponía 9.00 am – 6.00 pm) pero al final decidimos irnos a la zona de la playa que siempre nos ha resultado positiva. Si vas a la zona izquierda de la playa (al lado opuesto a St Clair, más concurriday con más casas) encontrarás un par de parking públicos a cada lado del puesto de socorrismo de la playa, entre ésta y el parque y el campo de golf a sus espaldas. Así cuando te levantes podrás ir a dar un paseíto por la playa (1 hora i/v) y además ya te coge de camino para ir a la península de Otago al siguiente día.

Buenas noches.

Fotos

0 comentarios: