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sábado, 1 de enero de 2011

West Coast: Greymouth, Punakaiki y Meybille Bay

Después de los días de agobio causado por los mosquitos, por fin llegó el día para disfrutar realmente de la West Coast. Todo el mundo te hablará maravillas de los glaciares y de la parte más occidental de los Alpes; yo no les voy a quitar la razón pero donde más hemos disfrutado en la West Coast es más al norte, una vez pasado Greymouth. 

 En esta ciudad de unos 15.000 habitantes y con claros signos de sus orígenes mineros no hay mucho que hacer más que aprovisionarte de casi todo. Si te gusta la cerveza hay una fábrica-museo de Montheis, la cerveza local, que por cierto está muy rica, al menos la negra. El coste del museo con guía son 15 dólares con cata de 8 cervezas. Nosotros no lo hicimos porque el presupuesto se va reduciendo drásticamente y la cerveza ya me la podré tomar tranquilamente en otro momento. Por lo demás poco más se puede hacer. Aquí encontrarás varios supermercados, tiendas de lo que necesites y varias gasolineras con precios más baratos que al sur. Así que si tu dirección es hacia el sur llena el depósito aquí.

Nuestro rumbo cambiaba de repente hacia la Golden Bay, en concreto hacia el comienzo del Abel Tasman Track, ya que me iba a juntar con Rafa e Isa para hacerlo la semana que viene pero a ellos les urgía hacerlo cuanto antes para pasar a la isla norte. Tras consultar la disponibilidad de sitio en las cabañas he tenido que cambiar de planes ya que sólo quedan para los próximos días en camping y yo de momento no tengo tienda de campaña. Así que supongo ellos comenzarán pasado mañana (ellos sí que la tienen, con patrocinio y todo) y yo la haré la semana que viene. Una pena.

 Tomada la decisión, reorientamos nuestro rumbo hacia la carretera 6 por la costa. El día estaba soleado con nubes altas de evolución (como se nota la escuela de Montesdeoca y Maldonado), cosa rara en la west coast pero algo quería que disfrutásemos de la west coast. Y así lo hicimos. La carretera es de costa y desde cada esquina, curva o recodo verás playas salvajes salpicadas de rocas y olas del bravo mar Tasman. A la mayoría de ellas hay accesos y en algunas pocas de ellas si te acercas por la tarde podrás disfrutar de la compañía de pingüinos. Al otro lado de la carretera “pequeñas” montañas cubiertas de una densa vegetación que podríamos catalogar tropical. Si no supiera donde estoy y me dejan aquí, podría afirmar que era Centroamérica.

A medio camino hicimos una parada en Punakaiki para ver las famosas Pancakes Rocks, unos acantilados de roca caliza que han sido pulidos y modelados con curiosas formas por la fuerza del Tasman y los vientos provenientes del mismo, muchas veces provenientes de la zona antártica. Al principio creímos que era una tontería pero poco a poco nuestro asombro por los caprichos de la naturaleza fue en aumento. Se estima estar 20 minutos (es lo que marca el camino), nosotros estuvimos 40, así que sí, nos gustó y bastante. El tiempo acompañaba, la marea también ya que estaba subiendo y el mar disfrutaba haciendo chocar las olas dentro de las grutas que hay dentro de los acantilados.


Nuestro próximo destino era Westport, la ciudad más grande de West Coast; sin embargo, no llegaríamos hasta el próximo día porque el mar, las playas y el atardecer nos llamaban para que les acompañásemos esta tarde. Así lo hicimos. Paramos en una playa (de cuyo nombre no me acuerdo) pero que está en Meybille Bay, rodeados de numerosa vegetación, ningún ser humano a la vista y con la playa por delante. Allí disfrutamos de las olas (sólo verlas, que bañarse en el Tasman acoj... un poco), de la puesta del sol, del brillo del sol en las montañas, de la bruma entrando en tierra, del rojo cielo cuando el sol nos decía adios. 




Nos quedaríamos aquí dos días más, sin hacer nada, disfrutando de este espectáculo y de un buen libro pero el tiempo empieza a apremiar y tenemos que seguir camino.

Fotos

2 comentarios:

Sansuán dijo...

He descubierto tu blog a través de expat blog y me ha parecido increíble. Me encantaría irme una temporada a NZ porque me parece un país ejemplar en muchos aspectos, además de precioso. Como ves allí el panorama laboral? muchas gracias!

Iñaki dijo...

hola, pásame tu email y te comento.